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Daddy Yankee está de fiesta


Esta es una semana de celebración para Raymond Ayala, más conocido como Daddy Yankee.

Y es que el famoso reggaetonero estrena en estos días no uno, sino dos proyectos: su película Talento de barrio —que se exhibe en las salas de Puerto Rico desde hoy— y su nuevo álbum, que lleva el mismo nombre —y que se lanzó mundialmente el martes—.

"Se vislumbra un acontecimiento; todo el mundo está contento y hay una gran expectativa", es lo primero que dice el cantante, contactado por La Vibra a través de una conexión telefónica con Miami, donde se encontraba haciendo una sesión de fotos. "Lo que se comenta en la calle es que todo el mundo se va para el cine ese día [hoy]".

Cuando se le pregunta si espera derrotar en la taquilla a Batman —el super héroe que protagoniza la exitosa The Dark Knight—, el boricua suelta una risa.

"No estoy pendiente de eso; lo que me interesa es sentar otro tipo de precedente", exclama. "Estar metido dentro del género urbano y sacar a la vez una película y una banda sonora de 15 canciones originales es algo histórico, porque no se había hecho nunca en el ambiente latino".

Además de ser la banda sonora de la cinta, el disco es el nuevo trabajo musical de Daddy Yankee, porque todos sus temas son inéditos.

"Ahora mismo estamos trabajando en las licencias con Estados Unidos, para saber cuándo se presentará la película por acá", adelanta.

Aunque ya lleva varios años en este negocio (lanzó su primer disco en 1995, mucho antes de hacerse famoso con la canción Gasolina), Yankee siente que se encuentra en un momento particularmente afortunado de su carrera.

"Es una nueva faceta; como digo en mis letras: ‘Daddy Yankee no es un cantante, sino un movimiento’", comenta. "Estoy buscando siempre reinventarme, hacer cosas nuevas y ofrecerle al público algo no ha visto antes. Presentar un paquete completo con música y película es la mejor muestra de ello".

Es evidente que el entrevistado ha buscado variedad en su propia oferta musical, como se nota desde el corte de presentación del disco, Pose, que suena muy distinto a todo lo que ha hecho en el pasado.

"Es una cosa distinta: combina la música electrónica europea, el hip-hop, el songo latino y el reggaetón", dice el vocalista. "Metemos cuatro géneros distintos en un solo tema, y [este] ha tenido una gran aceptación [en mi país], porque se ha convertido en el número uno. Yo no me amarro a un solo estilo, y esto demuestra mi versatilidad".

El mismo Yankee, que considera que Pose mantiene una identidad urbana (es decir, reggaetonera) en el aspecto rítmico y en su interpretación vocal. Pero reconoce haberse acercado últimamente al quehacer de los DJ que se especializan en géneros instrumentales como el trance y el house.

"Soy una esponja; recojo de todo tipo de música, porque mi oído es internacional", aclara el cantante, que será parte del Calibash, concierto que se efectuará el sábado en el Staples Center. "Me gustan mucho Paul Van Dyk, Tiesto y Bad Boy Bill".

Otro corte atípico en el nuevo disco es Llamado de emergencia, en el que se insinúa un inconfundible aroma de vallenato ("la influencia colombiana ahí es cien por ciento", reconoce el entrevistado).

DEFENSOR DEL REGGAETÓN
Esto no significa que el puertorriqueño piense basar sus siguientes éxitos en una escuela completamente distinta a la que le dio fama y fortuna.

"No puedo decir lo que voy a hacer en el futuro, porque trabajo a través de la vibra", explica. "Escucho un estilo musical que me gusta y lo puedo fusionar con mi onda urbana; me gusta dejarme llevar por lo que me transmite la música en el momento. Creo que la mejor manera de hacer arte es guiarse por el corazón".

De este modo, Yankee parece negar la posibilidad de que la industria sea la que dicte sus cambios musicales.

"Se trata de tomar decisiones personales y de evolucionar por cuenta propia", explica.

No faltan las voces que hablan de una crisis en el reggaetón, de un descenso en popularidad que estaría llevando a sus representantes a tomar otros rumbos musicales. Pero Yankee tiene una posición muy enfática y definida sobre el tema, que lo muestra como un férreo defensor de este estilo.

"Cuando salgo a la calle, lo que más se escucha son el reggatón y la bachata, quieran aceptarlo o no", precisa. "Si la difusión radial ha disminuído no es porque la música no dé rating, sino porque los auspiciadores no quieren ser identificados con este género, por lo que las radioemisoras no logran vender los espacios".

El mismo entrevistado considera que la supuesta caída del regaetón "es una mentira que ha corrido por ahí, porque las ventas, los conciertos y el apoyo de la gente se encargan de demostrar la verdad".

"Y es algo que ocurre no sólo en Puerto Rico, sino también en Sudamérica, en Centroamérica y en Estados Unidos", agrega. "Lo que pasa es que, lamentablemente, el género sufre una persecución constante; hay algunos que lo quieren eliminar, cuando no se puede eliminar al pueblo".

Volviendo al disco, Somos de calle es uno de esos temas de hip-hop duro que se encuentran dispersos en la discografía de "El Cangri". Su video contiene imágenes de la película, y su letra busca un nivel de identificación callejera que no se encuentra en los surcos más festivos.

"Es un vivo ejemplo del modo en que la gente favorece a una canción a pesar de que no tiene difusión radial, porque se ha convertido en uno de los temas más fuertes en mi show", dice Yankee. "Me ha sorprendido mucho la recepción que ha tenido".

En el tema, el boricua se presenta como un sujeto proveniente del barrio e identificado completamente con él, por lo que vale la pena preguntarle si la letra se refiere únicamente al personaje que interpreta en el filme o se extiende a él mismo.

"Daddy Yankee representa cien por ciento a la calle", enfatiza. "Vengo de la calle y escribo de mis vivencias; nunca he negado mis raíces, y mis raíces se encuentran en el barrio. La gente se identifica conmigo porque sabe que soy un líder del barrio".

De la paz y de la guerra —una canción que no habla de la situación bélica actual, sino de un conflictos amoroso— tiene una tendencia propia del merengue.

"La gente siempre espera de mí un tema tropical, y este es un corte bien rítmico, con mucha energía", dice el entrevistado. "El arreglo fue trabajado por Musicólogo, que es mi productor, y por Elvis Crespo, que es uno de los merengueros más grandes que existen".

Esta es la primera colaboración entre Crespo y Yankee, y el segundo se encuentra muy satisfecho con el resultado.

"[Elvis] es un tipo de lo más creativo; se sentó con mi productor y los dos sacaron una bomba", se entusiasma el reggaetonero. "Hicieron un trabajo en conjunto que fue muy chévere".

EN LA GRAN PANTALLA
Se ha dicho que Talento de barrio es la primera película que cuenta con una actuación de Daddy Yankee. Pero lo cierto es que el protagonista de esta nota había desempeñado ya un papel menor en Vampiros, una cinta boricua de terror que se estrenó en la isla en 2004. El filme recibió comentarios bastante positivos y se encuentra actualmente disponible en Estados Unidos a través de Netflix.

"Fue un proyecto local en el que se me dio una oportunidad que no quise desaprovechar", comenta el músico. "Me permitió darme cuenta de que tenía el potencial para ser actor, y es por eso que decidí hacer como protagonista Talento de barrio, una película de la que soy también productor ejecutivo. Confío mucho en mí y me gustan los retos".

Talento de barrio tiene que ver con las experiencias de Yankee, pero no se trata de una cinta autobiográfica.

"No es mi vida, pero no deja de mostrar sucesos reales, representados por actores del barrio que atravesaron situaciones parecidas", aclara el vocalista, para incluirse de inmediato en la nómina. "Lo que se presenta es el pan de cada día para los que vienen de la calle".

Yankee encarna a Edgar Dinero, un traficante de drogas que, a pesar de estar metido en negocios ilícitos, cuenta con el respaldo de su comunidad.

"Ayuda al pueblo y considera que lo que está haciendo es justo, porque no tiene otro modo de sobrevivir", detalla el entrevistado. "Pero él mismo se motiva para cambiar cuando descubre que tiene un talento muy especial; y aunque logra hacerlo, el pasado no lo deja escapar tan fácilmente".

El reggaetonero no quiere dar más detalles al respecto, aunque se sabe que el talento que el personaje encuentra tiene que ver con el género musical que él mismo practica.

"Pero la película no es un musical, a pesar de que contiene mucha música", prosigue el boricua.

"En este proyecto tenía todavía que tenderle un lazo a mi audiencia, porque representa un paso de transición; voy a seguir actuando, y llegará un momento en el que el público separará al Daddy Yankee actor del Daddy Yankee cantante", agrega.

En la vida real, no se sabe que Yankee haya tenido que recurrir a la venta de sustancias prohibidas para salir adelante; el hecho más violento de su existencia tiene que ver con los dos balazos que recibió por error durante una confrontación de pandillas con la que aparentemente no tenía nada que ver.

"Yo me refugié en la música para escapar de todo lo malo", concluye el cantante. "Estuve muy metido en la calle, tuve mis altas y mis bajas y pasé por momentos muy negros; pero ahora soy un hombre con una nueva dirección".

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