Fiebre boricua en Lo Nuestro

Escrito por Rita Portela López, EL VOCERO

Los boricuas lograron transformar la tradicionalmente mexicanizada ceremonia de entrega de Premio Lo Nuestro, celebrada el pasado jueves en el American Airlines Arena de Miami, tanto con sus intervenciones artísticas como con el recibo de galardones.

Sin embargo, en sus participaciones hubo de todo. Víctor Manuelle, quien fungió como anfitrión de la jornada de entretenimiento junto a la mexicana Ana Bárbara, lució nervioso leyendo del teleprompter, pero intentó salir airoso improvisando en ocasiones, como cuando presentó a Paquita la del Barrio ataviado con una armadura o cuando le dio paso a la participación de Daddy Yankee y sus efectos especiales.

Ciertamente este último impactó con su “Descontrol” en escena, más sin embargo se notó rígido, ya sea por la coreografía o por el mero hecho de que todo luciera en forma de triángulo como su nuevo logo promocional de “Mundial”. De todas maneras, en términos de vistosidad, la participación del “Big Boss” fue la más completa.

Chayanne, quien fue uno de los más aplaudidos de la noche, encantó con su carisma y sobre todo su físico, pero careció de energía. El artista, quien el próximo martes lanza al mercado su nuevo disco “No hay imposibles”, trató de mantenerse al ritmo y de los bailarines que lo acompañaron durante el acto de apertura, donde interpretó éxitos, y más tarde en la presentación del sencillo “Me enamoré de ti”.

Tito “El Bambino”, quien se alzó con uno de los galardones por el tema “El amor”, se lanzó al público lleno de emoción y con mucho trabajo regresó al escenario para continuar con la interpretación de “Te pido perdón”. En ese momento pareció emular al veterano Chayanne, quien también se lanzó hacia su público. El intérprete de “Mi cama huele a ti” dedicó el premio a su hija.

Wisin & Yandel fueron los grandes galardonados de la noche, y estuvieron acompañados de sus respectivas esposas y su manejador Edgar Andino. El dúo se confundió en más de una ocasión en besos y abrazos con los chicos de Aventura, quienes también se llevaron varios premios. Tanto W como Y dedicaron sus reconocimientos a su familia y a Dios.

Luis Fonsi, quien cargó con varias estatuillas en forma de nota musical, agradeció sobre todas las cosas el apoyo de su familia, el equipo de trabajo y sobre todo a sus seguidores: “Sin ustedes no hay nada”, dijo. Por su parte, Melina León ganó por primera vez un Premio Lo Nuestro y destacó que “lo importante no es llegar rápido sino llegar”, al tiempo que le dedicó el reconocimiento a su hijo Manuel Alejandro.

La Secta se alzó con el premio de rock, mientras que Grupomanía estuvo a cargo de la clausura del evento que se emitió por Univisión.