El artista puertorriqueño Daddy Yankee, anoche en el estadio Félix Capriles, donde unos 20 mil fanáticos se congregaron para ver el espectáculo. Tras una espera de más de tres frías horas, el cantante contagió con su calor, hizo bromas y dedicatorias
Rompió el hielo de las más de tres horas de espera, bromeó con el público, dedicó sus temas a las madres solteras y a los niños, improvisó algunos “rapeos” dedicados a Cochabamba, provocó que la gente bailara en sillas y graderías y se robó el corazón de los más de 20 mil fanáticos que asistieron anoche al estadio Félix Capriles, de Cochabamba.
Ramón Luis Ayala Rodríguez, más conocido como Daddy Yankee, había llegado por fin a Cochabamba después de que su anterior concierto fuera postergado por prevenciones ante la epidemia de la gripe A.
Sin embargo, anoche, después de más de tres horas de fría espera, el artista puertorriqueño hizo saltar a grandes y chicos con sus éxitos “Gasolina”, “Pose”, “Llamado de emergencia”, “Temblor”, “Somos de calle”, “Oasis de fantasía” y “No es culpa mía”, entre otros temas más. La tribuna de general, abarrotada, tomaba fotos con sus celulares y la gente de la pista se encaramaba a las sillas, todos gritando y bailando. “Ahora los que me han tomado fotos con sus celulares envíenmelas a daddyyankee.com”, bromeaba con el público.
Cubiertos de barbijos algunos, vestidos con el estilo informal del artista y acompañándolo con las letras de los estribillos, Daddy se metió al público en el bolsillo. Reinó por una noche en Cochabamba.
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