GUADALAJARA, México — El cariño por el pueblo mexicano hacia Daddy Yankee sin duda es genuino. El artista logró reunir a un nutrido grupo de seguidores el viernes en la noche durante un “in store” que llevó a cabo en la tienda Walmart de Vallarta, con motivo del lanzamiento de su Urban Gel.
Allí rodeado de su gente, como les llamó, al pronunciarse hijo adoptivo de ese país, recibió a todos con una gran sonrisa. El intérprete de “Impacto” estaba supuesto a firmar 500 autógrafos, pero lo cierto fue que no quiso parar hasta que pasara el último por el lugar previsto (una tarima en las afueras de la tienda). Lo cierto es que las personas se las ingeniaron para hacer en más de una ocasión la fila y volver a ver al artista.
DY se tomó fotos, intercambioó impresiones y complació, en lo que pudo, a sus fanáticos. Estos fueron variados. Había desde señoras maduras, cuya excusa para conocer al “Big Boss” eran sus hijos pero estos enajenados del asunto lo saludaban pasmados, hasta muchachitas que temblaban, lloraban e intentaban darle algo mas que un beso. De hecho algunas lo mordieron, lo abrazaron hasta casi sin dejarle espacio para respirar y le pidieron que les firmara camisetas, ropa interior y la piel. También figuraron personas de la tercera edad y hombres, así como pequeños que lucían tal y como el o al menos trataban de emularlo en vestimenta, gestos y sonrisas.
Todos estos fanáticos se entregaban por completo y quizás aun más. Tanto así que en sus rostros demostraban las ansias por avistar al intérprete de “Dale caliente”. Para muchos era imperante tocarlo y sentir que este los miraba o reciprocaba su admiración. Su emoción era tanta que rayaba en los excesos. Mas de uno corrió detrás de la guagua que se lo llevó horas más tarde para despedirlo. Tal fue la euforia que tuvieron que cerrar las entradas de acceso del centro comercial y contar con un contingente de 50 guardias privados y especializados para sacar al artista.
El evento, que se extendió durante tres horas, fue catalogado un éxito por sus auspiciadores. Tanto así que organizan una segunda visita del rapero en o antes de la temporada veraniega cuando lleve a México su nuevo álbum y película “Talento de barrio”. Estos podrían estar en el mercado en los próximos meses.
La disquera del artista aprovechó la ocasión para entregarle dos reconocimientos. El primero fue un Disco Triple Platino por las ventas del álbum “El Cartel The Big Boss” y el segundo un Disco de Oro por las descargas de “ringtones”. “Gracias pro hacer esto posible México. Me siento como en mi casa”, exclamó el rapero.
Cuando dio por terminada la actividad DY no quería dejar a ninguno de sus adeptos sin saludar y se lanzo al público. Fue una odisea sacarlo sano y salvo, y requirió a más de uno intervenir en la gesta, pero al menos sus seguidores quedaron complacidos. Nadie, de los presentes, se quedó sin un saludo ni de una prueba del producto que el artista promovía en suelo mexicano.
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