Por la suspensión de varios conciertos en los Estados Unidos, la estrella del reggaetón está en pie de guerra con la empresa que lo había contratado.
La semana pasada explotó la bomba. Como parte de su gira mundial, Daddy Yankee iba a brindar tres conciertos en ciudades norteamericanas como Miami (3 de abril en el James L. Knight Center), Orlando (al día siguiente en el House Of Blues) y Tampa (domingo 5). Sin embargo, desde su oficina se difundió el comunicado de que las presentaciones se levantaban.
La gente que maneja la carrera del autor de “Gasolina” informó que tales shows habían sido cancelados porque la empresa Latin Entertainment Group había incumplido con el contrato que habían firmado ambas partes.
La vocera de Yankee, Mayna Nevárez, expresó que “esta informalidad de la mencionada compañía involucra la falta de liquidación del pago establecido en el contrato, así como el plan de marketing y promoción".
Por su parte, Artie Pabón (presidente de la mencionada productora) salió al cruce diciendo: “La comunicación difundida por la oficina de Daddy Yankee, en la que anuncian la cancelación de los conciertos pautados por un supuesto incumplimiento de contrato de nuestra parte, nos sorprende”.
Mientras sus abogados preparan una demanda contra el boricua, Pabón agregó: “Pusimos todo nuestro esfuerzo para lograr el éxito de esta gira y, tanto el artista como su equipo de trabajo, lo saben, por lo que son ellos los responsables de esta penosa cancelación que fue tomada en contra de mi voluntad”.
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