Para Daddy Yankee, un grafiti en un mural y una pintura en un museo tienen el mismo valor, pues lo importante es la sensación que le transmite una obra.
Y precisamente buscando preservar las sensaciones más hermosas que las piezas de arte producen, Daddy Yankee se sumó a la Campaña Capital del Museo de Arte de Ponce (MAP), llamada “Soy parte de la obra”. Esta -que también cuenta con el apoyo de Ricky Martin- tiene el propósito de aunar esfuerzos para recaudar $15 millones, que permitan expandir y renovar la institución.
“Entiendo que el Museo de Arte de Ponce es el más cultural de nosotros. Hay que protegerlo porque hay un legado importantísimo allí. Hasta el fundador (el fallecido ex gobernador don Luis A. Ferré) es parte de la historia de nuestro País. Decidí ser parte de esta campaña por lo que representa. Además, por ser un hombre de arte, también tengo que apoyarla”, afirmó el artista.
Daddy Yankee destacó que por ser un artista urbano el primer contacto que tuvo con el arte fue el grafiti. Con el tiempo, aseguró, se ha ido educando y hace poco comenzó a coleccionar obras.
“Quetzalcóatl es mi artista favorito de aquí. A lo mejor no lo sabe, pero me encantan sus obras, tengo tres cuadros de él en casa. Me gusta su innovación, el mensaje que lleva. Es una pintura como revolucionaria. Cada vez que veo una de sus pinturas me transporto al mensaje que quiere llevar”, indicó.
Al cantante le encanta imaginar en qué pensaba el pintor en el momento en que realizó la obra. Una de las piezas que siempre ha llamado su atención es la versión de la escena mitológica “Leda y el cisne”, que pintó el pupilo Cesare Sesto. La primera la hizo el italiano Leonardo da Vinci, pero se perdió o fue destruida intencionalmente. Sin embargo, a través de la historia varios pintores han hecho sus interpretaciones de la pieza.
Yankee aún no ha podido ver el original de esa obra. Y confesó que le faltan muchas otras por ver, ya que no ha tenido suerte a la hora de asistir a los museos. Por un lado, la fama le impide ir con tranquilidad a visitar un museo local. Por otro, durante sus viajes es poco el tiempo que tiene para disfrutar del país en que se encuentra, según contó.
“Cuando fui a Francia me dijeron; ‘allí está la Mona Lisa’, y todas las veces que intenté ir llegué tarde al museo. Siempre fui por trabajo y tan pronto termino la promoción digo; ‘por favor llévenme al museo’. Siempre vamos y llegamos cuando están cerrando. Me ha pasado ya tres veces”, relató.
En parte por esas razones, las colecciones personales se han convertido en la forma más usual para Daddy Yankee conocer a famosos artistas, movimientos y tendencias dentro de la pintura.
“Aquí tengo amigos de renombre, que no los voy a mencionar por respeto. Son jefes de compañías, dueños de bancos, que cuando me han invitado a sus hogares me dicen ‘pasa para acá’ y me empiezan a enseñar toda su colección. Es impresionante. Así conocí a Botero, que me resulta muy interesante porque le saca la belleza a las gorditas”, concluyó.
La campaña “Soy parte de la obra” con Daddy Yankee se iniciará el 11 de febrero y se extenderá hasta julio. Estará compuesta por anuncios de televisión, radio, prensa y publicidad externa que comprenderá “billboards” y afiches en paradas de guagua
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