Pose, pose, pose", rapeó Daddy Yankee ante un Ferro repleto y, sin darse cuenta, logró la descripción más clara de lo que sucedió el martes a la noche, tanto en el escenario como en el público. O sea, puro jean ajustado, brillo, gorrita para el costado, cadenas de plata, calzas, mucho push up y accesorios animal print. En medio de tanto glamour, el premio al de mejor onda fue para un nenito de unos cuatro años escondido detrás de una enorme gorra roja y unos lentes negros tamaño baño.
Más allá de la escasa locuacidad del autor de Lo que pasó, pasó (una de las canciones más coreadas), sus fans respondieron con una locura automática. Gritos ensordecedores, declaraciones de amor y un dato atípico: una multitud de personas sin entradas esperando afuera del estadio para ver la camioneta de su ídolo.
La banda que lo acompañaba sostuvo con altura los momentos de musicalidad del concierto, ésos en donde los estribillos le quitaban lugar a las rimas del tipo: "Ella explota como en Irak". Ahí aparecieron ¿Qué tengo que hacer? y Llamado de emergencia.
Del otro lado, donde aparecen los beats constantes y repetitivos, estuvieron los otros hits, los más fiesteros: Gasolina, Prende, Rompe y Salgo pa' la calle.
Pero como todos los raperos se cansan de tanto hablar, siempre tienen que parar un ratito para que el "líder" tome agua y respire. Muchas veces, la creatividad de los artistas desaparece en estos agujeros negros de los recitales. En este caso, quizás con la intención de emular una masiva clase de aerobics, Daddy convocó a cumplir sus órdenes: que levanten las manos, que las muevan para los costados, que bailen. Para concluir, llamó a sus bailarines (tres hombres y tres mujeres) y los hizo bailar hacia el público de la forma más porno que conocieran al grito de, según género, "Dale carne pa' los perros" o "Dale carne pa' las nenas". En fin, el mundo que "The Big Boss" (así se hace llamar) presentó ayer se redujo a mostrar chicas lindas, hombres musculosos y muchos celulares. Además, claro, estuvo presente el perreo.
Daddy, al igual que Calle 13, es de Puerto Rico y representan dentro de su país culturas completamente distintas. Mientras el grupo comandado por Residente presenta shows multiculturales y grita que quiere la unión latinoamericana, el que necesita Gasolina (según su canción) hace reggaetón tradicional, como cuando El General cantaba: "Bien, bien, buena, tu te ves bien buena", y en el primer momento en que decidió dirigirse a sus fanáticas (luego de más de cuatro canciones) lo hizo con una frase en inglés.
Después, saludó a todos y cada uno con respeto, no quiso quedar mal con nadie, y sorprendió cuando agradeció el voto de confianza que le dieron los padres de los miles de menores de edad que estaban en el estadio.«
Más allá de la escasa locuacidad del autor de Lo que pasó, pasó (una de las canciones más coreadas), sus fans respondieron con una locura automática. Gritos ensordecedores, declaraciones de amor y un dato atípico: una multitud de personas sin entradas esperando afuera del estadio para ver la camioneta de su ídolo.
La banda que lo acompañaba sostuvo con altura los momentos de musicalidad del concierto, ésos en donde los estribillos le quitaban lugar a las rimas del tipo: "Ella explota como en Irak". Ahí aparecieron ¿Qué tengo que hacer? y Llamado de emergencia.
Del otro lado, donde aparecen los beats constantes y repetitivos, estuvieron los otros hits, los más fiesteros: Gasolina, Prende, Rompe y Salgo pa' la calle.
Pero como todos los raperos se cansan de tanto hablar, siempre tienen que parar un ratito para que el "líder" tome agua y respire. Muchas veces, la creatividad de los artistas desaparece en estos agujeros negros de los recitales. En este caso, quizás con la intención de emular una masiva clase de aerobics, Daddy convocó a cumplir sus órdenes: que levanten las manos, que las muevan para los costados, que bailen. Para concluir, llamó a sus bailarines (tres hombres y tres mujeres) y los hizo bailar hacia el público de la forma más porno que conocieran al grito de, según género, "Dale carne pa' los perros" o "Dale carne pa' las nenas". En fin, el mundo que "The Big Boss" (así se hace llamar) presentó ayer se redujo a mostrar chicas lindas, hombres musculosos y muchos celulares. Además, claro, estuvo presente el perreo.
Daddy, al igual que Calle 13, es de Puerto Rico y representan dentro de su país culturas completamente distintas. Mientras el grupo comandado por Residente presenta shows multiculturales y grita que quiere la unión latinoamericana, el que necesita Gasolina (según su canción) hace reggaetón tradicional, como cuando El General cantaba: "Bien, bien, buena, tu te ves bien buena", y en el primer momento en que decidió dirigirse a sus fanáticas (luego de más de cuatro canciones) lo hizo con una frase en inglés.
Después, saludó a todos y cada uno con respeto, no quiso quedar mal con nadie, y sorprendió cuando agradeció el voto de confianza que le dieron los padres de los miles de menores de edad que estaban en el estadio.«
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