SANTIAGO, julio 13.- Un agitado entremés tuvo Daddy Yankee en medio de sus dos conciertos en esta pasada por Chile. El artista puertorriqueño, que el domingo se presentó con éxito ante unas 20 mil personas en el Estadio Bicentenario, se quedó en esa misma comuna para asistir a un evento en el Mall La Florida la tarde del lunes. Y vaya si resultó intenso.
El autor de “Llamado de emergencia” presentó en sociedad el perfume que lleva su nombre (en realidad sus iniciales artísticas, “DY”), el cual acaba de lanzar este año en su línea para mujeres. El año pasado era sólo para hombres. El “Big Boss” quiso presentarlo en contacto directo con sus fans, en una cita en la tienda París del centro comercial. Pero no contaba con la astucia de éstos, que se colapsaron primero a sí mismos y luego al lugar, para desbordar el acto a punta de euforia.
De partida el cantante se apersonó con más de una hora de retraso respecto del horario original. Y una vez puso sus millonarios pies en el lugar, solicitó que sacaran a casi todas las personas del lugar, incluidos los trabajadores de la multitienda. No quería mucha gente cerca, tal vez presintiendo que en la cantidad estaba el peligro.
En ese momento contestó a sólo tres preguntas de la prensa y en su escueta cháchara con los medios locales, ratificó que efectivamente en su show de anoche se encontraba presa de la fiebre, lo que preocupó a más de alguien por el fantasma de la influenza.
Pero Daddy Yankee dijo que se trataba sólo de un resfrío. Explicó que como viene de un clima más caribeño, al llegar y encontrarse con el frío glacial del fin de semana se resfrió. Pero, echando mano de un viejo recurso verbal, especificó que el cariño público le hizo recuperar las energías.
Posteriormente posó para algunas fotografías y subió al último piso del estacionamiento, donde estaba montado un escenario gigante, donde firmaría el producto de 100 ganadores de un concurso al que se accedía comprando el perfume. Los afortunados pudieron fotografiarse además con él. Pero aparte de ellos, había poco menos de 2 mil personas apostadas en el estacionamiento, sin la posibilidad de poder entrar a la actividad. Y que de puro fervor dejaron la grande.
Fue éste el momento crítico porque apenas vieron al cantante, se generó un efecto similar a que hubieran prendido fuego bajo sus pies. Quedó absolutamente la escoba, con jóvenes desmayadas y unos 20 bomberos más carabineros haciendo lo que podían para sacar a la gente que no daba más.
La actividad trató de seguir, nerviosamente, hasta el final, aunque era como tratar de mantener la calma en medio de un huracán.
Ahora Daddy Yankee se dirige a Coquimbo, donde se presentará este martes en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso, repitiendo el evento Maratón de Reggaetón III, que fue el que se desarrolló el domingo en Santiago. La expectación por la llegada del rey del estilo ha remecido al público de la Cuarta Región.
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