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Daddy Yankee puso a todos a bailar y a fotografiar


Los éxitos de los reggaetoneros Daddy Yankee, Alexis y Fido y Pitbull, entre otros, hicieron saltar a los asistentes del Calibash de sus sillas
La casa de los Lakers sirvió de sede para el segundo concierto anual más grande de reggaetón en Los Ángeles, en donde brillaron algunas de las figuras más sobresalientes de este género como Daddy Yankee, Alexis y Fido y "Pitbull".

Fueron tres horas de la música que se escucha frecuentemente en la estación de radio Latino 96.3 —reggaetón y hip hop— y que además contó con la presencia de los locutores de esta estación, quienes sirvieron como anfitriones de la noche.

A diferencia del año pasado en el que se sentía un ambiente más de fiesta, con muchachas que vestían ropa para ir al night club, Calibash 2008 fue un concierto en el que un grupo variado de latinos de diferentes edades se reunieron para disfrutar dos de los ritmos de moda entre los hispanos. El ritmo ausente fue la bachata.

La noche musical inició con cantantes no muy reconocidos, pero que se escuchan en la radio, como Frankie J y su Obsesión y MJ con He venido.
Flex levantó a la gente de sus asientos con Te Quiero y Rick Ross con su agresividad y lenguaje callejero interpretó su tema The Boss.
Pero no fue hasta que Daddy Yankee salió a dominar el escenario en el que aun las señoras —algunas hasta con bastón— vibraron y bailaron al ritmo del "Jefe".

El boricua, quien sabe manejar bien el escenario, demostró su dominio cuando les pidió que sacaran sus cámaras y tomaran fotos cuando él indicara. El Staples Center que tenía funcionando en ese momento sólo las luces del escenario, se iluminó con los flashes de las cámaras al momento que el artista pidió que tomaran fotos.
El poder del "Gran Boss" quedó comprobado y se reafirmó con Rompe y Ella me levantó que fueron las dos canciones con las que terminó su presentación.
La noche aún era joven y todavía quedaban otros artistas preferidos de los asistentes mexicanos, salvadoreños, hondureños, ecuatorianos, puertorriqueños y cubanos que sacaron sus banderas en diferentes momentos del concierto.

El género urbano romántico de los afroamericanos estuvo representado por el gordito con sonrisa agradable, Sean Kingston, quien dijo que algunas personas le decían que no lograría el éxito por estar pasado de peso.
Pero su carisma y talento logró romper las barreras y canciones como I’ll Take you There y Beautiful Girl, que fueron interpretadas en Calibash, además del acercamiento que tiene con el público. El artista logró demostrar por qué este jovencito de 18 años es uno de los exponentes preferidos de este género.
Posteriormente fue el turno de los reyes del perreo, como se les conoce a Alexis y Fido, un dúo que con su sabor caribeño y su forma juguetona de interpretar el reggaetón, puso el toque festivo que la noche necesitaba.
Las canciones 5 letras que habla de llevar el after party a un motel y Me quiere besar y Soy igual que tú que se refieren a la debilidad de la carne, lograron encender los deseos de bailar y abrió la oportunidad para que los asistentes disfrutarán aún más de Súbete, un tema que invita a que la mujer se quite la timidez y domine el encuentro sexual.

El concierto continuó con Tony Dize, un cantante que los reggaetoneros Wisin y Yandel están promoviendo en su disquera y quienes además se tomaron el tiempo de enviar un video para presentarlo.
El joven, aunque canta bien y tiene el ritmo que caracteriza al famoso dúo, no demostró dominio del escenario. Como si fuera poco, al repetir en varias oportunidades "buenas noches México. California", dio la impresión de que andaba algo perdido en su geografía.
A pesar de todo, su interpretación de los temas Permítame, el cual canta con Wisin y Yandel, y la canción Quizás del dúo, logró que el baile entre los asistentes continuara.

Todos los locutores de Latino 96.3, entre los que están dos salvadoreños que se identificaron claramente, Raq C por traer la bandera de El Salvador en sus hombros y Eddie One por llevar la playera de "La Selecta" (la selección nacional de futbol), salieron a despedir la noche con la presentación de Pitbull.
Con su interpretación el cantante logró que la noche llegara a su clímax con su ritmo singular que tiene de base el hip hop y que utiliza los timbales para darle el toque latino al estilo caribeño.
Él entró al escenario vistiendo una camisa morada con manga corta y pantalones blancos. Su look de un hombre común que se preparaba para disfrutar de un fin de semana familiar, no iba acorde con la agresividad sexual de sus canciones y de sus movimientos al bailar.
Cantó unas seis canciones, entre las que están el famoso Anthem, que retoma la estrofa de una cumbia de los años 80 y la convierte en el plato fuerte de un tema bailable al estilo reggaetón de Pitbull.

La noche terminó con otros temas que han colocado al cantante en la lista de popularidad, como Go Girl y beep. Los asistentes se fueron sonriendo y algunos hasta continuaban bailando mientras salían del Staples Center.

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