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'El Rey del reggaetón no es Yankee, es Jesuscristo': Daddy Yankee



Daddy Yankee durante su presentación del domingo por la noche en Grand Prairie.

DALLAS -- La fecha se llegó y el concierto más esperado por todos los reggaetoneros se llevó a cabo el pasado domingo en el Nokia Teathre de Grand Prairie.

El llamado Rey del reggaetón Daddy Yankee apareció casi puntual a las 8 p.m. ante casi cuatro mil personas, acompañado de un segundo apoyo en las voces, diez integrantes de su ballet conformado por cinco varones y cinco chicas, una escenografía que permitía varios niveles y en una torre, estaba atento el D'J Candy a cada petición de Yankee.

A todo lo anterior tenemos que agregarle el toque de pirotecnia: humo y fuego de acuerdo a cada tema. Las primeras canciones fueron temas de sus discos anteriores como Machucando, Machete y No me dejes solo.

Algo que inmediatamente me llamó la atención fue que a toda la sección que estaba al frente del escenario le fueron removidas las butacas, acción que obedece a la idea que tenían los organizadores de permitir el 'perreo', baile popular del ritmo, entre los asistentes más fanáticos al movimiento del reggaetón.

Para el sexto tema, no hubo canción, fue más bien una suerte de improvisación en la que Yankee hizo alarde de sus dotes de rimador rapero, y mientras le dio un respiro al recital, repasó el espíritu nacionalista de los asistentes mandando saludos en rimas a Puerto Rico, México, Centro y Sudamérica. Dejó saber que tan sólo en México, le esperan veinte conciertos "para ir a vacilar por allá también".

Definitivamente el ballet que lo acompañaba es un alivio visual y engrandeció el espectáculo. En el tema once se dirigió a las mujeres. "Este tema va para todas las mujeres con ojos brujos que con ellos embrujan a los hombres".

Después se vino la pirotecnia: juegos de luces, combinados con fuego y humo al ritmo del tema Dale Caliente, y vaya que se veía caliente el escenario, me imagino que las chicas del ballet que estaban delante de las detonaciones de fuego, sentían más de cerca el calorcito. Ya para la décimo tercera interpretación de la noche, Yankee promovió el que los asistentes prendieran los celulares haciendo parecer el teatro como una gran esfera de luces, luego se inventaron el jueguito de tomarle fotos al boricua, siguiendo las instrucciones del segundo rapero.

Así se vino Gangsta Zone, que en lo personal es el tema mejor logrado de su carrera musical. Al finalizar terminó diciendo algo que casi me rompe el tímpano, no porque sea religioso, sino por lo incoherente del comentario: "El rey del reggaetón se llama Jesucristo, no lo digo yo, lo dice la Biblia". Bueno, lo único que se me ocurre decir es lo que dice el viejo refrán: "Hasta al mejor cazador se le va la liebre".

Después de allí entramos, prácticamente, a la última parte del show en la que se vinieron todos los 'hits', no sin antes comentar "nos vamos de gira por toda Latinoamérica, y vamos también a Perú a cantar para recaudar fondos para las víctimas del terremoto, vamos por ahí a representar".

Los temas que cerraron la noche fueron antecedidos por los cortos de la cinta Talento de barrio, en el que Yankee es el principal protagonista, y la cual se estrenará en el mes de octubre según las notas finales. Después, temas como Mayor que yo, Rompe y por supuesto la mundialmente famosa Gasolina, pusieron al Nokia en el punto máximo de adrenalina. Mientras que el clímax total se llegó con el antepenúltimo tema de la noche, Lo que pasó, pasó, el cual presentó con estas palabras: "este tema siempre que lo canto pareciera que acabo de sacarlo, todos lo cantan de principio a fin como si fuera nuevo".

No quiero dejar de mencionar a una chiquita de nueve años que estaba justo frente de mi, y que se la pasó bailando todo el concierto, lo sobresaliente de Elaine Scialo es que es una niña especial (con Síndrome Down) de esos chiquitos que tienen esa carita de ángel y son inocentes a todas las cosas, y que parecía ser la única que se sabía todas las coreografías del concierto. Bien por Elaine que nos marcó el ritmo durante toda la velada.

El clásico tema Oye mi canto y el más reciente Impact, cerraron una noche de baile, perreo y vacilón, una hora y media después, junto a un rey que le pasó la corona del reggaetón al hijo de Dios, aunque él no la quiera y aunque usted, no lo crea.

"Este tema va para todas las mujeres con ojos brujos que con ellos embrujan a los hombres"

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